Inicia el año escolar y junto a ello el desafío de los padres con hijos con el diagnóstico de Altas Capacidades Intelectuales (ACI).
Vamos a empezar en el lugar correcto, los chicos ACI se han convertido en un desafío constante para el sistema educativo ecuatoriano, debido a que adecuar una malla curricular hacia el alza enfocada en las capacidades propias de cada chico puede resultar un trabajo arduo, pero sobre todo de un conocimiento específico en el diagnóstico; para ser sinceros en ocasiones, ni los propios padres de los niños saben a profundidad lo que significa e involucra una alta capacidad o sin irnos muy lejos, muchos profesionales de la salud desconocen el tema.
Las Altas Capacidades Intelectuales son personas con una inteligencia que está por encima del promedio, pero esa no es su única característica, son aquellos que tienen una capacidad para percibir las emociones de una forma distinta, más intensa, que viven el mundo diferente porque tienen una insaciable necesidad de aprender, de conocer, de ir más allá de lo obvio, que les encanta sentirse desafiados y estimulados, que tienen pensamientos arborescentes y un cerebro cuyas conexiones son más rápidas.
Si lo leemos así, parecería que son personas perfectas, que no necesitan nada, pero justamente en esa creencia errónea está la base de la insatisfacción académica, al ser chicos que aprenden con mayor facilidad se aburren cuando algo es repetitivo y monótono, pueden llegar a ser los chicos problema de la clase debido a que su conducta puede ser disruptiva y desafiante cuando no son satisfechas sus necesidades de aprender. Muchos chicos aprenden a leer, escribir o realizar operaciones matemáticas solos, sin ayuda, pero en una edad más temprana que el resto de compañeros de la clase, lo que genera que se les preste menos atención, puesto que es mejor enfocarse en aquellos que tienen dificultad de aprendizaje.
El problema real no es ese, es que a medida que pasa el tiempo y los chicos no son atendidos, se desmotivan y esas altas capacidades pasan a un segundo plano, porque su conducta se vuelve un factor más llamativo ya que les deja de interesar el aprendizaje y todo lo que eso implica. De ahí nace la lucha constante de los padres para que sus hijos sean atendidos por el sistema, para que el diagnóstico poco a poco se conozca y pueda ser un tema que los profesionales de la salud y los maestros lo aprendan desde las aulas de clase.
Son pocos lo profesionales psicólogos y psicopedagogos en Ecuador que manejan las Altas Capacidades sin embargo, cada vez aumenta más el número de niños diagnosticados. Aprendamos a ver más allá de lo evidente para nuestros ojos y aprendamos que incluso aquello que está por encima del promedio requiere una atención adecuada para no desperdiciarse.